Los body splashes son fragancias ligeras, menos concentradas que los perfumes, ideales para perfumar suavemente la piel y refrescarse durante el día.
Se pueden aplicar después de la ducha o en cualquier momento para renovar el aroma corporal.
Aunque tienen una duración menor que los perfumes (entre 2 y 4 horas), pueden reaplicarse varias veces al día.