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Retiene el calor de forma natural, lo que la hace útil para aliviar la tensión y estimular la circulación sanguínea. También puede calentarse en un recipiente con agua tibia para potenciar este efecto.
Beneficios energéticos: Según algunas creencias, esta piedra tiene la capacidad de proteger contra la negatividad y promover una sensación de calma.
Funciones y beneficios
El uso regular de estas herramientas ayuda a:
Mejorar la circulación: Estimula el flujo sanguíneo, lo que contribuye a una piel más radiante.
Reducir la hinchazón: Promueve el drenaje linfático, reduciendo la retención de líquidos y la inflamación en el rostro.
Aliviar la tensión: Relaja los músculos faciales y de la mandíbula, ayudando a liberar la tensión.
Mejorar la absorción: Facilita que los productos para el cuidado de la piel, como sérums y aceites, penetren mejor.
Tonificar y esculpir: Define los contornos faciales, especialmente en la línea de la mandíbula y los pómulos.
Diferencias entre el rodillo y el gua sha
Aunque ambos ofrecen beneficios similares, se usan de manera diferente:
Rodillo facial: Ideal para un masaje rápido y suave. Es muy efectivo para reducir la hinchazón, especialmente en el área de los ojos. El rodillo grande se usa en áreas amplias como la frente, mientras que el pequeño es para zonas delicadas como el contorno de ojos.
Gua sha: Permite un masaje más profundo e intuitivo. Con su borde plano, se raspa suavemente la piel para aliviar la tensión muscular más arraigada y esculpir los contornos faciales de manera más pronunciada.
Cómo usarlos
Para obtener los mejores resultados:
Prepara la piel: Aplica un sérum o aceite facial sobre el rostro limpio para asegurar que las herramientas se deslicen suavemente.
Masajea el cuello: Empieza con movimientos suaves y descendentes en el cuello para abrir los canales de drenaje linfático.
Usa el rodillo: Desliza el rodillo desde el centro de la cara hacia afuera, siguiendo el contorno de la mandíbula, pómulos y frente. Utiliza el lado pequeño para el área de los ojos, masajeando con suavidad.
Usa el gua sha: Sostén la herramienta en un ángulo de 15 a 45 grados y raspa suavemente la piel en movimientos ascendentes y hacia afuera.
Limpia tus herramientas: Lávalas con agua y jabón suave después de cada uso.
