Cada brocha está diseñada para aplicar diferentes tipos de productos de maquillaje en distintas áreas del rostro.
Brochas grandes y densas: Se utilizan para aplicar base de maquillaje líquida o en crema, polvos compactos o sueltos, y rubor.
Brochas más pequeñas y precisas: Son ideales para aplicar sombras de ojos en el párpado móvil, difuminar sombras, aplicar iluminador en zonas específicas como el hueso de la ceja o el lagrimal, o incluso para delinear si se usa un delineador en gel.
Técnica de aplicación:
Para bases y correctores: Se recomienda aplicar el producto empujándolo o dando toquecitos suaves sobre la piel para una mejor cobertura y acabado, en lugar de arrastrarlo.
Para sombras y difuminado: Se utilizan movimientos suaves y circulares o de vaivén para integrar los colores y evitar líneas duras.